Los consumidores de electricidad en México enfrentan precios muy altos en relación con el PIB y en comparación con otros mercados internacionales de energía, tradicionalmente solo han tenido una opción como proveedor de electricidad (CFE). El crecimiento de la carga eléctrica nacional continúa a un ritmo robusto siguiendo la creciente economía de México y el aumento del costo de vida.

Debido a un historial de subsidios gubernamentales para los combustibles para el transporte y los usuarios residenciales de electricidad, los precios promedio para los clientes comerciales e industriales han sido suprimidos artificialmente, sin embargo han aumentado a un ritmo más rápido que casi todos los demás mercados mundiales, como resultado de esta práctica insostenible subsidios directos e indirectos han sido retirados gradualmente por el gobierno.

La desregulación continua del mercado de energía, junto con el entorno político polémico, ha creado una gran incertidumbre entre los usuarios comerciales e industriales que buscan ingresar al mercado competitivo. La falta de experiencia y conocimiento entre los proveedores de servicios locales, y los problemas de implementación en curso, se suman a esta incertidumbre.